¿A quién está dirigido el seguro de Responsabilidad Civil Profesional?
Este seguro está dirigido a diversos profesionales adaptándose a las necesidades de los mismos para dar una cobertura completa, aportando seguridad en el desarrollo profesional.
Por lo tanto, el objetivo principal de los seguros de responsabilidad civil profesional es hacer frente a los daños personales, materiales y consecuenciales que, involuntariamente, por errores u omisiones, el profesional haya podido causar a sus clientes en el ejercicio de su profesión, así como los perjuicios que de ellos se pudieran derivar.
Antes de entrar a valorar con más detalle las coberturas y naturaleza de este seguro de Responsabilidad Civil Profesional, debemos aclarar que existe una Responsabilidad Civil Contractual y la Extracontractual. Sin ánimo de ser excesivamente técnico, podemos diferenciar estas dos formas de la Responsabilidad Civil, siendo la contractual un conjunto de obligaciones legales que cualquier persona adquiere con otra después de firmar un contrato, véase un contrato de arrendamiento, por ejemplo, en el que ambas partes, tanto arrendador como arrendatario, tienen obligaciones para con la otra parte.
Mientras que, la responsabilidad civil extracontractual es la obligación de reparar los daños ocasionados a terceras personas en la realización de cualquier actividad, sin necesidad de que exista un contrato.
La responsabilidad civil contractual es el conjunto de obligaciones legales que cualquier persona adquiere con otra después de firmar un contrato. Un ejemplo de este tipo de responsabilidad es un contrato de arrendamiento, en el que ambas partes, tanto arrendador como arrendatario, tienen obligaciones para con la otra parte.
Mientras que, la responsabilidad civil extracontractual es la obligación de reparar los daños ocasionados a terceras personas en la realización de cualquier actividad, sin necesidad de que exista un contrato de por medio.
¿Qué es lo que cubre?
Como hemos comentado, el seguro de Responsabilidad Civil Profesional cubre aquellos errores, omisiones o negligencias cometidas durante el desarrollo de una actividad empresarial de naturaleza profesional.
Las empresas en las cuales la actividad desarrollada pueda generar daños a un tercero están obligadas por ley a reparar dichos daños y perjuicios consecuentes causados a un empleado. La prioridad siempre es ejecutar una actividad empresarial consciente y segura, tanto para el empleado como para la empresa.
A continuación, les exponemos los tipos de daños que pueden ocurrir y un ejemplo de los mismos:
Daños materiales: Estos daños materiales son daños que sufre el patrimonio o bienes, que pueden ser muebles o inmuebles, y dichos daños se presentan como deterioros en la estructura o sustancia de una cosa. Estos daños materiales se valoran económicamente a través de baremos, facturas, presupuestos o un informe pericial.
Por ejemplo, durante el trayecto del transporte de mercancía, se abre el maletero y la misma se daña causando diferentes incidencias, como daños en vehículos de terceros o en estructuras estabilizadas.
Daños personales: Se trata de daños corporales en las personas, estos daños provocan alteraciones tanto a nivel físico como a nivel psíquico, por lo tanto, son lesiones que afectan de forma directa a la salud de las personas.
Las empresas pueden ser consideradas responsables de todo tipo de accidentes que ocurran en sus instalaciones o durante ferias de eventos, en las cuales hay terceras personas que pueden sufrir estos daños.
Intoxicaciones: Conocidas mediáticamente cuando se trata de intoxicaciones a gran escala, como por ejemplo el caso del microorganismo Listeria monocytogenes en productos alimentarios en carne mechada fabricada en Sevilla en el año 2019, conocidos como brotes de listeriosis. En estas situaciones, si usted no tiene su actividad debidamente cubierta con el seguro de Responsabilidad Civil Profesional, puede significar un grave perjuicio para su empresa, incluso su fin en los casos más graves.
La posibilidad de intoxicar a alguien ejerciendo una actividad puede parecer remota, pero no debe de subestimarse. Ya que, si su cliente o usted mismo está organizando una fiesta o participando en una feria comercial donde hay alimentos, alguien podría intoxicarse y efectuar una demanda.
Obligaciones y responsabilidades
Las obligaciones y responsabilidades se presentan como sumamente necesarias para la contratación de un seguro de Responsabilidad Civil Profesional con el fin de proteger el patrimonio del profesional que ejerce la actividad. De esta manera, los profesionales pueden desarrollar su actividad con total tranquilidad, manteniendo los riesgos profesionales y permanecer protegidos tanto ellos mismos como sus negocios frente a cualquier demanda de terceros que pueda representar una afectación importante en su negocio.
Las consecuencias de no tener un seguro pueden llegar a ser muy graves, debido a la exposición y el esfuerzo que requiere la subsanación de todos los daños. Para continuar con un ejemplo de los que mencionamos anteriormente, la actividad de un transportista consta de diferentes labores como: llevar acoplados de carga y descarga, implicando riesgos tanto para el transportista como para terceros. Estos riesgos pueden generar lesiones, incendios, accidentes de tránsito, paralizaciones, elevadas multas, etc. Generalmente los seguros no cubren estas incidencias, por ello en Run Broker ofrecemos un servicio personalizado donde se estudia caso por caso para escoger la mejor solución y que nunca deba encontrarse usted o su empresa en una situación legal comprometida.
Nuestra prioridad es el cliente.