Financiación Circulante
Un autónomo o empresa puede requerir de una serie de necesidades de financiación como:
Ampliación de negocio, inversión en nuevos proyectos, cobro de facturas y pagarés, pago a los trabajadores, retraso en el cobro de facturas por parte de la administración, etc.
Algunas son de financiación a largo plazo, y otras, en cambio, son a corto plazo.
La complejidad de la financiación de circulante
Por financiación de circulante entendemos la que es a corto plazo y está destinada a hacer frente a los pagos a más o menos inmediatos.
Es altamente importante gestionar correctamente la financiación circulante ya que de lo contrario esta puede provocar un gasto excesivo respecto de los mismos, e incluso terminar por provocar una suspensión de pagos.
Por lo tanto nunca se debe solicitar financiación de circulante para pagar activos a largo plazo, ya que dejaría de tener equilibrados sus activos y pasivos a corto y largo plazo. En este caso la empresa tendría que solicitar refinanciación, lo que supondría un aumento de costes de la financiación circulante.
En el caso de la financiación a corto plazo estaríamos hablando de la financiación circulante.
Financiación de circulante a través de préstamos y créditos
Es el más común. Se acuden en un primer momento cuando se tienen necesidades de financiación.
Financiación de circulante a través de descuento de pagarés y de facturas
A través del descuento de pagarés y de facturas con vencimiento en una fecha futura.